Las algas son utilizadas desde la antigüedad por sus propiedades tanto cosméticas como medicinales. Se pueden clasificar en cuatro grupos:

Clorofíceas o algas verdes.
Feofíceas o algas pardas.
Rodfíceas o algas rojas.
Cianofíceas o algas azules.

A nivel cosmético, que es lo que nos interesa, todas tienen en mayor o menor medida las siguientes características:

Estimulan la circulación.
Reafirman y rehidratan la piel.
Combaten el envejecimiento.
Reparan las afecciones cutáneas.
Tienen un gran poder de penetración a través de la piel.

He preparado gel de dos tipos de algas diferentes:

  • Wakame: con propiedades antioxidantes.
  • Musgo de Irlanda: con propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y emolientes.
En la foto de abajo el Wakame está a la derecha y el Musgo de Irlanda a la izquierda. Estas algas son fáciles de encontrar. Yo las he comprado en el supermercado en la zona de productos naturales, vienen secas en una bolsa.
Lo primero que hay que hacer es rehidratar las algas durante 10 minutos. Aquí están puestas a remojo.

Remojo-algas
Una vez rehidratadas ponemos las algas a cocer durante 20 minutos a fuego lento. La cantidad de agua que le pondremos dependerá de la concentración que queramos darle, yo he echado lo justo para cubrirlas ya que me gusta que se quede bien concentradito.

Esta foto es del Musgo de Irlanda, es una pena que, al cocer, se pierda ese color tan bonito que tiene.

algas-cociendo
Pasados los 20 minutos picamos las algas cocidas con la batidora y las pasamos por un colador para quitar los posibles trozos que hayan quedado y mejorar su textura. Aplastamos bien los residuos para aprovechar todo lo que podamos.

He utilizado el chino para ir más rápido, viendo la textura que tenía con el colador se me habría hecho eterno.

algas-coladas

Sale una buena cantidad de gel. Es recomendable conservar el gel de algas en el congelador para ir utilizándolo según nos vaya haciendo falta.

Aquí una de las bolsas preparadas para el congelador.

algas-listas-congelar

La textura final de gel de algas depende mucho del tipo de alga que utilicemos. He podido comprobar que el Musgo de Irlanda queda mucho más gelatinoso que el de Wakame.
Este gel se puede utilizar directamente para mascarillas o cataplasmas. También lo podemos añadir al agua de baño y a la preparación de cremas y jabones.