La mayoría de las veces hacer jabón es un enigma. Tienes una idea fantástica en la cabeza y el jabón se encarga de hacer lo que le parece oportuno. Otras veces, con las prisas, te olvidas de algún ingrediente importante y te da un jamacuco al darte cuenta, pero todo (o casi todo) tiene arreglo en esta vida.

El jabón de zanahoria es un fijo del verano en mi casa, he hecho kilos y kilos, pero esta vez no sé que pasó, bueno sí lo se: las prisas son malas consejeras. No esperé lo suficiente para que todo estuviera bien frío antes de mezclar y, cuando usas grasas que aceleran la traza, es muy, muy mala idea.

Tuve que enmoldar a toda prisa y cuando lo corté al día siguiente vi que habían quedado una bolitas más duras y que de su interior salía un líquido que no me gustó nada de nada. No hice ni la prueba de la lengua por si era sosa libre, me armé de paciencia y a refundir.

 

jabon-refundido-zanahoria

 

El resultado me gusta, no he pulido los bordes porque apreté a conciencia la masa en el molde y han quedado bastante parejos, así le da un aire más rústico. Y el sello, ¿qué te parece? A mí me encanta.

Tenía ganas de usarlo pues ya hace tiempo que se lo encargué a Ana, de La Troje de Ana, y no había tenido oportunidad de hacerle una foto. Si tienes un ratito date una vuelta por su blog y verás qué cosas más bonitas hace.

CÓMO HACER UN JABÓN REFUNDIDO

 

El refundido soluciona muchos problemas cuando un jabón sale mal. Hay que cogerle el punto, pero no es tan difícil como parece:

 

  • No hay que pensarlo mucho. Si desmoldas un jabón y no te gusta lo que ves, tienes que ponerte inmediatamente a la faena.
  • Si no refundes cuanto antes, el jabón se va a ir endureciendo mientras tú te lo vas pensando y va a necesitar que le añadas algo de agua cuando lo metas al microondas. Esto hará que luego tengas que esperar más para desmoldar, hasta que se seque bien, y puede tardar varios días.
  • Si lo haces inmediatamente no hace falta que le pongas más agua, por muy reseco que lo veas. Si a pesar de todo te lo has pensado tanto que crees que puede necesitar agua, no le pongas más del 20%.
  • Lo picas todo lo más pequeño posible y lo pones en un cuenco de plástico.
  • Ahora viene la paciencia: lo metes en el microondas en tandas de un minuto, removiendo entre tanda y tanda.
  • Hay que hacerlo todas las veces que haga falta hasta obtener una masa homogénea. Cuando la masa esté blanda puedes meter la batidora para ayudar a quitar antes todos los grumos. Personalmente prefiero mover a mano, cuesta un poco, pero ¡tú puedes!
  • Controla en todo momento que no hierva la masa.
  • Una vez que tienes una pasta homogénea, la echas en un molde grande, apretando bien con las manos (con guantes) para asegurarte de que no quedan bolsas de aire.
  • Normalmente al día siguiente, o 2 días después, se puede desmoldar pero te recomiendo que esperes unos días a que esté bien seco para cortarlo. Los laterales suelen quedar más o menos feos, da la impresión de que se va a deshacer en cualquier momento, pero no te apures que no pasa y luego lo puedes recortar y pulir para que quede bonito.

El truco está en:

 

REFUNDIR CUANTO ANTES + PACIENCIA + REMOVER A CONCIENCIA

 

Insisto en lo de la paciencia porque yo tengo poca para estas cosas y, como te parezcas a mí, sé lo que te va a costar 🙂

No tengo ningún paso a paso del proceso de refundido y espero que la oportunidad me surja dentro de mucho tiempo 😉

Mientras tanto puedes ver con fotos todo el proceso en el blog de Maribel, Muchaespumita, a fin de cuentas fue ella quién me enseñó a hacerlo hace ya uffff… Ni me acuerdo.

Y tú ¿has tenido que hacer algún refundido? ¿te gustó el resultado? Cuéntame si tienes algún truquillo.

Hasta la próxima ¡que pases un buen día!